sábado, 23 de noviembre de 2013

XOOWMAGAZINE34 P120 #xoowmusic 20 HERTZIOS



MATERIALIZANDO EL SONIDO

- (Y desde las ondas del estado emocional, una frecuencia llamada PI, se adueña de tu mente. Para que navegues en un mar de sensaciones, sensaciones positivas, sensaciones de felicidad y movimiento. La estación del desenfreno y tolerancia, te llaman para que vivas solo una vez. No corras, ni vayas despacio, solo… DÉJATE LLEVAR!) Estas palabras son un discurso que realicé en la cara B de un disco en el año 1994, denominado RE-PI. Significan mucho para mí, porque explican de una manera un tanto mística, la conexión cerebro/vibración sonora. En todos estos años, los que nos dedicamos a la mezcla y masterización de producciones musicales, vamos adquiriendo una facultad auditiva digna de cualquier personaje de la saga “Marvel”, la cual desfragmenta una canción por sonidos y logramos distinguir mas de 40 pistas y sus sonidos independientes. Sin afán de alardear de esta virtud, reivindico el papel de los productores de música electrónica que tan infravalorados han estado durante mucho tiempo por diferentes estamentos de la industria musical. Comentarios como: -Esto no es música, eso lo hago yo en 2 horas o solo es ruido… Son ejemplos que muchos de nosotros hemos tenido que soportar varias veces a lo largo de nuestra carrera. Como en cualquier ramo o profesión, existen intrusos que dicen o se hacen pasar por profesionales y hacen un flaco favor demostrando que no son ni una cosa ni otra. Por suerte son pocos, y eso hace posible que la denominada Música Electrónica sea el género que más ha crecido en los últimos años. Cuando de la nada se construye un tema, es porque existe la capacidad de plasmar con las máquinas lo que en la mente se está imaginando. Para comenzar hay que buscar que tipo de sonidos son apropiados dentro de los parámetros que uno se marca en su cerebro. Una vez encontrados, se importan en pistas independientes y se ecualizan, mezclan, y se les añaden efectos convenientemente hasta encontrar una hegemonía acorde con lo que se busca. Posteriormente se crea una estructura donde todos estos sonidos aparecen y desaparecen, para dar sentido a lo fabricado. De ahí depende la facultad de cada individuo para plasmar aquello que uno piensa, por ello es de agradecer que se pueda ver sin trampa ni cartón, hasta donde es capaz uno mismo de llegar. Dominar los campos de frecuencias, implica visualizar ondas con los oídos, detectar fallos y encontrar una curva idónea para la masterización del producto. Este es un trabajo que está detrás del marketing, de los artistas y la fama, sin él, no sería posible ni factible el concepto musical de hoy en día. Lo efímero se hace tangible cuando lo bailas.