miércoles, 12 de marzo de 2014

XOOWMAGAZINE36 P69 #xoownature ÁNSAR COMÚN




El Ánsar común (frecuentemente llamado ganso u oca), pertenece al grupo de las anátidas y, entre las especies de ánsares, es el más abundante y conocido en los campos de Iberia. También es el mayor en tamaño y con el plumaje más claro. Su peso sobrepasa los 4 Kg con una envergadura en las alas de 1.5 metros aunque su dimensión no es lo suficientemente destacada como para diferenciarlo con exactitud en el campo de los demás ánsares, sobre todo cuando se le ve a distancia, que es la mayoría de las veces. Pero sí su coloración. Esta es gris o marrón grisácea en las partes superiores, incluida la cabeza y el cuello. Y esta uniformidad en el color es la mejor diferenciación que se puede establecer cuando se les contempla a prudente distancia, pues las otras especies con las que el ‘Anser anser’ se puede confundir, tienen la cabeza y el cuello mucho más oscuros, ofreciendo un gran contraste con el resto del cuerpo. La carencia del anillo blanco alrededor de la base del pico lo distingue fácilmente de las otras dos especies de gansos, el Ánsar Careto y el Ánsar Chico, en los que este color blanco es una nota muy distintiva aun a buena distancia. El color del pico es también un detalle bueno para la identificación, pero en general más útil cuando pueden ser observados los ánsares en la mano o a muy corta distancia, pero no especímenes muertos que pierden pronto el color. Lo mismo sucede con su tamaño y con el color del extremo de la mandíbula superior o «uña». El pico del Ánsar Común es anaranjado o simplemente amarillo con la «uña» blanca y los picos del campestre y del ‘piquicorto’ tienen la «uña» negra, siendo el del primero amarillo y el del segundo rosado. Además la cabeza y el pico son proporcionalmente más grandes y fuertes que en los demás gansos. Cuando abre las alas se aprecia en seguida que su parte anterior es gris claro. Las plumas del nacimiento de la cola, lo mismo por encima que por debajo, son blancas y por la punta grises con un ribeteado blanco. Las partes inferiores tienen color gris más claro que en el dorso, siendo algo más oscuro en los flancos mientras las del vientre son de color blanco. Sobre las partes inferiores destacan a menudo plumas que tienen manchas gris oscuro o incluso negras. Estas suelen ser más numerosas en los machos viejos que en las hembras, pero no deben tomarse como nota distintiva de sexos, porque los machos jóvenes tienen con frecuencia menos manchas negras que las hembras viejas. El Ánsar Común es el tronco silvestre del ganso u oca doméstica, pero su aspecto general es mucho más ligero y resulta un pájaro muy ágil para su tamaño y, en el suelo, no es tan torpe como pudiera pensarse. A menudo da la impresión de ave inteligente y es muy avispada, permanece siempre alerta y no permite la aproximación de husmeadores. Como ejemplo, se ha podido contemplar en el norte de la península las evoluciones de las bandadas de gansos que volaban en círculo sobre la campiña en los primeros días de octubre, cuando se abre la veda de caza y centenares de escopetas los esperan en todas las campas. Su desconfianza es tan grande que parece que adivinaban la situación y descubren a los cazadores en sus ocultados escondrijos, porque después de un vuelo incesante terminaban por alejarse y posarse en el mar, lo que sin duda los libra de un exterminio total. Es más, cuando un pequeño grupo come en las riberas de un río o en un campo abierto, siempre hay uno de ellos que permanece alerta con el cuello bien estirado e inmóvil, vigilando atentamente la aproximación de algún intruso. Su vuelo es directo, con batidos de alas regulares y a veces lentas, poniendo buen cuidado cada ganso en mantenerse a la misma distancia de su vecino donde un ganso viejo es el que dirige el grupo. Cuando están posados en tierra inician el vuelo más fácilmente que desde el agua. Si son atacados se elevan verticalmente en un gran alarde de facultades. Al posarse, se mantienen en el aire unos instantes, frenando su impulso con las alas y permaneciendo con el cuerpo casi vertical, el cuello doblado hacia adelante y las alas muy extendidas lo mismo que la cola, batiendo enérgicamente aquéllas de atrás a adelante. Los ánsares comunes son aves de campo abierto que se posan en terrenos llanos y rara vez en irregularidades de los campos y nunca sobre árboles o arbustos; corren ligeramente cuando, a causa de la muda de las plumas, ya que muda todas las plumas primarias a la misma vez, y no puede volar hasta que no son reemplazadas. Son aves muy gregarias y, fuera de la época de la cría, se ven en pequeños grupos y que, juntándose éstos, forman a veces copiosos bandos de centenares y aun millares. Sin embargo, está comprobado que muchos de estos conjuntos son grupos familiares que permanecen unidos incluso en las grandes migraciones, pues es sabido que estas aves, macho y hembra, tienden a mantener su emparejamiento durante toda la vida, produciéndose, además, una notable cohesión familiar, a causa de la cual las familias de gansos perduran incluso durante el transcurso de las largas migraciones y en su “cuartel” de invierno, pues hace tiempo, los ánsares eran anillados como polladas y muchos de estos gansos, como ejemplo de alianza en emparejamiento mutuo, han sido capturados o cazados y portaban las anillas procedentes de la zona más meridional de los países nórdicos, tales como Dinamarca. Todas las especies de ánsares se alimentan de plantas que crecen en la tierra o en lugares con abundante humedad. Pero, sobre todo, ésta es una característica muy acusada del Ánsar Común, que es un ave que para alimentarse busca las plantas que crecen en marismas y lugares con aguas muy superficiales, como en las praderas pantanosas donde consume los rizomas o tubérculos de estas plantas, aunque también pasta por los prados con hierba corta. La voz del Ánsar Común es un graznido emitido en tono muy alto y áspero, y cuando se trata de un bando que se acerca resulta muy sonoro y se les puede escuchar a considerable distancia. La mayoría de los ánsares que invernan en Iberia, concretamente por las Marismas del Guadalquivir, son de procedencia danesa y, durante su recorrido hacia el Río Guadalquivir, se detienen en lugares favorables por zonas de los Países Bajos, y su paso es más notorio en Francia, en especial por las zonas costeras de la Península Ibérica en el Mar Atlántico y, ya en territorio peninsular, van parando para descansar por muchos de los biotopos acuosos distribuidos por todo su recorrido hacia el sur, dentro de la propia geografía ibérica. La migración primaveral, no es tan espectacular ni notoria como la post-nupcial, que se observa desplazada ligeramente más hacia el Este de la Península. Da la sensación como si la gran masa de ánsares invernantes emplazados en el sur por Andalucía tuviera prisa por llegar a sus lugares de reproducción. Normalmente parten después de mediados de febrero y hasta los últimos días de marzo. Su nidada consiste de cuatro a seis huevos. La incubación es la responsabilidad de la madre y tarda en eclosionar entre 26 o 29 días. El macho permanece cerca y ayuda a criar a los pollos hasta que estos ya pueden volar entre los 50 a 60 días. Como dato curioso, estas aves domesticadas son reconocidas por su agresividad territorial en las granjas, ya que su uso como animales guardianes en las granjas logra ser más efi ciente que un perro guardián a la hora de proteger el territorio de invasores, si se trata del cuidado de sus propios dueños en caso de invasión del terreno por parte de extraños.
Javier Sánchez-Rubio Llamas