jueves, 13 de noviembre de 2014

XOOWMAGAZINE40 P170 #xoowart JULIA JUÁNIZ




LA PROYECCIÓN DE LAS SECRETAS GALERÍAS DEL ALMA

Las galerías del alma, un recorrido. Si indagáramos sobre los secretos de nuestra identidad, encontraríamos una exposición de inquietudes, miedos, colores, perversiones, formas, denuncias, ganas de ser amados, música. Julia Juániz artista y montadora de cine, ha estado indagando sobre la realidad y el discurso de la mano de directores como Carlos Saura, Víctor Ericeo Daniel Calparsoro entre otros. Julia tiene una visión a través del montaje con más de sesenta largometrajes sobre su espalda. Decían en Grecia que así como los ojos de los murciélagos se ofuscan a la luz del día, de la misma manera a la inteligencia de nuestra alma, la ofuscan las cosas evidentes. Al entrar a La Neomudéjar de Atocha, Julia Juániz encontró un espacio y recorrido para comunicar los secretos que se esconden a la realidad, un espacio para realizar su exposición “Ver con los ojos y el alma”. Haciendo un grito y salto entre colores en movimiento, el discurso de la artista se descompone en pequeños espacios o galerías que revelan un alto contenido crítico. Muestra la descomposición del cuerpo, del sentimiento, de la materia. Julia compone una lengua a través de la instalación y el videoarte, en inicio, a través de la fotografía realiza un recorte de miradas y elementos del cuerpo, una deshumanización fotográfica que se compone en el siguiente espacio; el discurso político de los grandes dictadores, contraponiendo al célebre Charles Chaplin para unirse a él y excitar a la crítica. Julia muestra un duelo entre tragedia y destrucción, supervivencia y esperanza a través de sus cuadros, fotografía, proyección, videoarte, instalación, agua y leche. Un duelo de los males del alma. Las cenizas del campo de Guernica marcan la delgada y primordial línea de la exposición, aunque su representación y esencia principal son sus cuadros película de cine de 35 mm pintados a mano, una narración visual de colores y formas que de manera simultánea son proyectados sobre las pantallas para su visionado en movimiento. El diálogo de Julia con el espacio es una reflexión sobre el olvido de la catástrofe, la memoria histórica y el suspiro político mediante la técnica fílmica original. “Creo que son los males del alma, el alma. Porque el alma que se cura de sus males, muere”. El Centro de Artes de Vanguardia La Neomudéjar de Atocha en Madrid, es un espacio del pasado, de memoria e historia, de movimiento y de silencio de tránsito. Es ahí donde la artista encuentra el espacio perfecto para hacer un eco al pasado y una crítica a la evolución. Ella se mantiene presente en todo momento en la obra, pese a que su cuerpo no permanezca constante, su sensibilidad se descompone en cada espacio de la exposición. Dicen que la reflexión es el ojo del alma, entre la sensibilidad y la reflexión encontramos a Julia Juániz, en constante movimiento, escondida entre el camino de los sueños, rescatando el alma niña, desconforme y segura, compone la reflexión de la luz en movimiento y sonido. Delicada pero firme, la mirada de Julia no bosteza. Julia no sólo visiona con los ojos y el alma, sino que nos proyecta las galerías de su alma en La Neomudéjar, logrando nuestra inquietud e identificación. Es preciso, delicado, horrible e inteligente.
Salomé Caballero Naval