lunes, 10 de noviembre de 2014

XOOWMAGAZINE40 P205 #xoowopinion MERCÈ ALEGRÍA

El primer día del tiempo nuevo

Hace tiempo que esperaba que esta obra colectiva con cuerpo de libro llegara a mis manos… y a las tuyas. Hace tiempo que este libro, surgido desde la conjunción creadora de numerosas almas, esperaba llegar a mis manos… y a las tuyas. Por fin el encuentro se ha dado. Exactamente cuando correspondía: “todo tiene su momento y cada cosa tiene su tiempo bajo el cielo”. Y ha sido un auténtico reencuentro fuera del tiempo y del espacio para abrir las puertas al recuerdo pleno de lo que eres, de lo que somos, de lo que es, de lo que acontece… Y recordando, recordando… ¿Cuándo los humanos dejaron de escuchar a los árboles?... Dóron es un árbol magnífico, robusto, grande, enorme, majestuoso, soberbio, fuerte, resistente… Y sabio, muy sabio, pues no atesora conocimientos, sino sabiduría: la sabiduría innata que mora y bulle en la esencia de cuanto existe; la sabiduría profunda y universal que emana de los Corazones cual cosecha de amor con el único propósito de ser compartida desde ese mismo amor. Desafiando el paso de los años y los siglos, este árbol doblemente milenario se yergue en el centro de un parque. Un inmenso parque cuyo nombre el libro no desvela, pero que coincide exactamente con el tuyo. No en balde, querido lector, el anciano roble vive dentro de ti. Te darás cuenta de ello a medida que vayas avanzando por las páginas que siguen. Y también en tu interior habitan todas las experiencias, todas las situaciones, todas las circunstancias y todos los personajes que a Dóron se acercan para plantearle sus preguntas”. Así empieza el prólogo que Emilio Carrillo (economista, ex político, escritor y conferenciante sobre temas de espiritualidad) ha hecho al libro de Mercè Alegría, El primer día del tiempo nuevo, una colección de diálogos en los que se profundiza, entre otros temas de hondo calado humano, en las oportunidades transformadoras de todas las crisis, en la falta de valor y de tiempo para descubrir y expresar quienes somos, en la búsqueda del amor, en el sentido de la enfermedad y el sufrimiento, en el insoportable peso de las cargas excesivas, en el poder de transformar la propia realidad, en la necesidad de evolucionar y, en definitiva, en el sentido de la vida y de la muerte. Un libro que aborde estos temas se nos antoja a priori pesado, denso, difícil; pero nada más lejos de lo que encontraremos en la obra que nos ocupa, una historia que se cuenta como un cuento, con palabras sencillas que con facilidad hacen diana en esa región de nosotros mismos tantas veces ignorada a la que llamamos alma, y que es el más valioso y escondido tesoro que posee el ser humano. Mercè Alegría (Rubí, 1966), licenciada en filosofía, investigadora de los mensajes espirituales de los cuentos de hadas y facilitadora de talleres sobre evolución de la conciencia, es su escritora; únicamente su escritora, pues el libro se construyó a través de las preguntas y los personajes que amigos, y amigos de amigos, le hicieron llegar vía Facebook. Durante siete meses, ella consagró las mañanas de los domingos a visitar en meditación al viejo Dóron y transcribir los encuentros de los distintos personajes con el sabio roble: un niño enfadado, un fotógrafo misántropo que ama a los árboles, una oruga con miedo a la oscuridad de la crisálida, un anciano que descubre que el amor es la ausencia de miedo, un musgo insatisfecho, una joven pastelera que se pregunta acerca de la muerte, una ejecutiva estresada que no tiene tiempo para ser ella misma, un leñador que sueña ser guardabosque, una viajera astral que se ha perdido, una lectora que en los libros se evade de su triste vida, un periodista borracho torturado por su ego, una libélula capaz de cruzar el océano buscando respuestas, un agricultor bloguero que se esconde de si mismo, una gatita enferma, una profesora de yoga que no conoce la paz… En total, veinticinco personajes que visitan a Dóron para transmitirle nuestras dudas, nuestros miedos, nuestros anhelos, nuestras inseguridades, y recibir a cambio las sabias respuestas que el árbol milenario regala con sencillez y ternura. El resultado de este experimento es un libro que no llega a doscientas páginas y que se lee en un suspiro, o bien puede ser leído y releído a lo largo de toda la vida. El primer día del tiempo nuevo es uno de esos libros que lees e inmediatamente deseas regalar a alguien, con la intención de permitirle experimentar lo mismo que tú has sentido al leerlo. Es un espejo en el que veremos reflejada la desnudez de nuestra humanidad, aquello que experimentamos íntimamente y que rara vez mostramos. Al hacerlo, sin esfuerzo, casi sin darnos cuenta, nuestro Ser, nuestra Conciencia dará un significativo paso hacia delante. Esto es, precisamente, lo que como humanidad debemos hacer si queremos asegurarnos un futuro en la Tierra. En el corazón de la gran ciudad hay un enorme parque, en cuyo núcleo Dóron ha esperado con paciencia la llegada del primer día de un tiempo nuevo para toda la humanidad. Este es un momento largamente ambicionado, el momento en el que al fin recordaremos quienes somos y con ello descubriremos el sentido del Gran Misterio de la Vida. Veremos y sentiremos que el momento es ahora y averiguaremos que somos una única humanidad experimentando la existencia desde millones y millones de puntos de vista. También despertaremos a la conciencia de que somos uno con nuestro hermoso planeta, incluso con el insondable Universo al que pertenecemos. ¿Quién de nosotros, encogido frente la barbarie cotidiana de los noticiarios, no ha anhelado la llegada de este día? Pero, citando unas palabras del principio del libro, “ninguna esperanza es vana si sirve para recordarnos quienes somos”. El primer día del tiempo nuevo nos ayudará a recordar… Mirando hacia adentro. TÍTULO: El primer día del tiempo nuevo. AUTORA: Mercè Alegría. PRÓLOGO: Emilio Carrillo. ILUSTRACIÓN PORTADA: Minervo. ILUSTRACIÓN CONTRAPORTADA: Susana López Varela. WEB: www.evoludica.com. Nota: El 50% de los beneficios de la venta del libro se destinan a la asociación sin ánimo de lucro Evolúdica, para sufragar acciones (cursos, conferencias, exposiciones, ediciones…) que contribuyan a la evolución de la conciencia humana.